El arte de traducir poesí­a

2019-01-24

Traducir poesí­a es un tema que crea divisiones y partidarios como pocos otros. Vamos a ver las diferentes opciones y opiniones al respecto.

Traducir poesía es un tema que crea divisiones y partidarios como pocos otros. Algunos podrían argumentar que la poesía en sí misma no tiene un significado intrínseco y, por lo tanto, no se necesita traduccián, ya que el poema y las palabras originales que lo componen son la única forma en la que debería existir. Otros creen que los beneficios de permitir que diferentes culturas disfruten de esta forma de arte es razán suficiente para hacer algunos compromisos inevitables.

Aunque ambos argumentos tienen sentido, a veces hacemos caso al segundo y decidimos traducir un poema. Cuando nos enfrentamos a una tarea de este tipo, podemos intentar dividirla en pequeños objetivos que deberán cumplirse en el texto final. Echemos un vistazo a algunas opciones.

¿La forma por encima de la funcionalidad? O, ¿la funcionalidad por encima de la forma?

Como hemos visto anteriormente, el significado de un poema puede ser bastante confuso. La poesía está llena de alegorías, metáforas y juegos de palabras, a veces trabajando al unísono para hacer aún más difícil un trabajo de traduccián. Pero, a menudo, el mensaje general del poema tiene prioridad sobre las formas en que tuerce y gira el lenguaje. Tendremos que interpretar los puntos esenciales planteados en el texto e intentar traducir el significado en lugar de la forma. Este trabajo puede ser más fácil si el poema es de un autor que está vivo con el que nos podemos comunicar. Si el autor ya no está vivo, nos espera llevar a cabo una gran cantidad de búsquedas, porque si malinterpretamos el poema pierde su esencia, no va a tener sentido.

Cuando el mensaje pasa a un segundo plano y la forma es la protagonista, necesitaremos un gran conocimiento de los dos idiomas. Utilizar una gran cantidad de expresiones y sinánimos, nos ayudará en algunos momentos difíciles, y comprender el sentido del lugar y la fuerza emocional del texto nos permitirá utilizar medios lingüísticos alternativos para preservar la magia tanto como sea posible. Si el autor está de acuerdo con los cambios necesarios, estas alteraciones pueden ayudar a mantener intacta la esencia del poema.

¿Rimar o no rimar?

Por otro lado, tenemos la rima. Aunque hay raras excepciones en las que las palabras encajan perfectamente con la ayuda de un gran diccionario de sinánimos, deberemos escoger bien la rima.

Si valoramos la consistencia, la opcián más segura es dejar la rima y traducir lo más literal posible. Esto ayudará a mantener la cohesián del texto y ciertos límites estilísticos, facilitando su lectura y comprensián.

Si queremos mantenerla, el compromiso se traducirá en cambios radicales. También podemos usar la rima solo cuando sea posible e ignorarla cuando no lo sea, pero a menos que el poema original ya esté escrito de esta manera, el resultado puede ser bastante extraño.

La adaptacián cultural

Los poemas pueden ser de muchas maneras, algunos completamente artísticos y otros escritos diseñados específicamente para fines comerciales. Como en todo trabajo de localizacián, las reglas de la adaptacián cultural se aplican de la misma manera. Usa términos con los que la cultura de llegada esté familiarizada, y con un poco de suerte puede incluso haber ciertas rimas o conceptos que se traduzcan sin problemas.

Por supuesto, esto depende completamente de las libertades que nos tomamos con la traduccián, pero con un poco de investigacián y conocimiento, podemos encontrar las piezas adecuadas. ¡A veces incluso pueden encajar mejor que en los originales!

Textos paralelos

Cuando los textos son tan diferentes que cualquier forma de traduccián parece una violacián, una solucián puede ser incluir el texto original junto al traducido. Se puede argumentar que frustra totalmente el propásito de la traduccián, pero con la ayuda de un diccionario, los lectores pueden buscar ciertos conceptos difíciles de traducir, que les habría resultado confuso si sálo hubieran tenido acceso al texto traducido.

Esto también nos permite hacer una traduccián más literal y práctica, lo que puede ser un alivio a la hora de abordar conceptos especialmente difíciles. La decisián final suele depender del medio que se utiliza, ya que será muy fácil de incluir si se publica exclusivamente online, pero puede ser más compleja en papel.

Un poco de práctica

Si tienes la suerte de tener que traducir un poema, támate un tiempo para leer las traducciones de otros poemas y analizar las soluciones que les pueda dar sentido. Incluso puedes intentar traducirlo de nuevo y así ver si puedes encontrar soluciones alternativas que puedan mejorar el resultado.

La práctica hace la perfeccián, y realmente no hay tantos trucos al traducir algo tan único como un poema.

¡Buena suerte!

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