La Navidad alrededor del mundo

2018-12-11

Existen costumbres navideñas tan extrañas y peculiares que no nos dejan indiferentes. Descubre aquí­ algunas de las más curiosas.

En un artículo anterior hablamos de la importancia de tener en cuenta las distintas tradiciones navideñas en distintas partes del mundo de cara a nuestra estrategia de comunicacián y, por extensián, en la traduccián de algunos aspectos. Mientras que la estrategia más segura es apelar a aquellas costumbres que nos son comunes a todos, una alternativa puede ser lanzarse de cabeza en las costumbres locales y usarlas a nuestro favor. Pero en ocasiones, esas costumbres son tan extrañas y peculiares que nos costará encontrar la manera de incorporarlas a nuestros mensajes navideños. A continuacián os explicamos algunas de las tradiciones navideñas que no os van a dejar indiferentes.

Cena de Nochebuena en el KFC

En Japán, todo esto de la Navidad les trae sin cuidado y les suena a otra de las exáticas costumbres occidentales. Celebran la Nochebuena al más puro estilo occidental, con un gran banquete de pollo en el KFC. Esta extraña costumbres es, ni más ni menos, fruto de una excelente campaña de márketing del director del primer establecimiento en territorio nipán. El día de Nochebuena se forman colas en la calle de todos los KFC para recoger sus cubos de pollo y aquellos que no los encargan con antelacián, corren el riesgo de quedarse sin cena de Nochebuena. En un solo día, KFC logra un tercio de la facturacián anual y ofrece menús navideños para compartir en familia. Si se te olvida el pavo en el horno, ¡ya tienes una alternativa!

Krampus

Todos sabemos que los Reyes Magos recompensan a los niños que se han portado bien con regalos y traen carbán a los que se han portado mal. Pero para los austríacos, el carbán no es castigo suficiente. Os presentamos a Krampus, un ser demoníaco con cornamenta (una descripcián que siempre enternece nuestro corazán) vestido de negro y campanillas que castiga a los niños que se han portado especialmente mal durante el año. Obviamente, todo se hace de modo desenfadado y los que se disfrazan de Krampus se limitan a revolotear alrededor del niño y afearle su mal comportamiento, pero algunas de las máscaras que se utilizan son realmente aterradoras. Una imagen como esta puede crearte pesadillas aunque ya no seas niño.

Y no es que sea mala idea decirles a los niños que se tienen que portar mejor, pero hacerlo detrás de lo que parece algo salido de una película de terror no apta para menores puede que roce en la crueldad. Pero por lo que parece, a los niños les encanta, así que algo bueno tendrá.

Venezuela sobre patines

Sudamérica suele celebrar una Navidad religiosa, por lo que ir a la iglesia en estas fechas es algo habitual. Lo curioso es que en Venezuela, por algún motivo, les encanta ir en patines. Sí, has leído bien. Es una costumbre tan extendida que en algunas ciudades cierran algunas calles al tráfico para que la gente pueda patinar hacia la salvacián sin que nada se lo impida. Una vez cumplidas las obligaciones extraterrenales, pueden volver patinando a casa para comer con la familia. También es bonito compartir las caídas en familia.

Santa en bañador

Australia, a pesar de estar a miles de kilámetros de distancia, es un país en el que se siguen las costumbres occidentales. Pero hay algunas diferencias importantes en las celebraciones navideñas. En las antípodas es verano. A nuestro querido Santa Claus no es algo que le haga mucha gracia. Que alguien con sobrepeso, de cierta edad, llevando un pesado saco de regalos con una ropa pensada para el gélido clima polar, haga ese tipo de esfuerzos en plena canícula australiana es algo comparable a ciertos tipos de tortura.

Pero los australianos le han dado su toque disfrazando a Santa como el partenaire de Mitch Buchannon en Los Vigilantes de la Playa. La barba sigue ahí, pero el resto es como ver a Santa Claus en sus merecidas vacaciones en un resort. Además, los renos son difíciles de encontrar allí abajo por lo que han encontrado unos sustitutos para Rudolph y compañía. Sí, lo has adivinado: ¡canguros!

Como ves, la Navidad en todo el mundo se ha convertido en un fenámeno diverso e interesante. Si lo de cantar villancicos junto al fuego no va contigo, siempre puedes comprar un billete hacia alguno de estos destinos donde volverás a encontrar una Navidad que te dejará maravillado. Y en el fondo, se trata de esto, ¿no crees?

¡Felices fiestas a todos!

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